Un país lleno de aventura
En diciembre del 2004 Mikel y yo decidimos viajar y pasar el fin de año en Indonesia. Nunca hubiera imaginado lo que vi y viví en ese maravilloso país.
Indonesia es el archipiélago más grande del mundo con más de 17 mil islas, se encuentra entre los océanos Pacífico e Índico y puentea dos continentes, Asia y Oceanía. Las islas principales son Sumatra, Java, Bali, Sulawesi, Borneo y Papua (Irian Jaya).
Nosotros viajamos por tres semanas a 4 de las principales islas.
Volamos desde Madrid a Jakarta la capital del país ubicada en la isla de Java en un vuelo de más de 15 horas de duración. Recuerdo muy bien el trayecto del aeropuerto de Jakarta a nuestro hotel, esa ciudad se parecía mucho a la Ciudad de México, grandes avenidas, mucha gente, mucho tráfico y centros comerciales.
Los Grandes Templos en Java
Nuestro primer recorrido fue a Yogyakarta a unos 40 kilómetros de Jakarta, para visitar los templos de Prambanan y Borobudur, dos conjuntos de templos dedicados al hinduismo y budismo.
Prambanan es el complejo de templos hinduistas más importantes en la isla de Java. Todos los templos que integran Prambanan fueron construidos entre los siglos VIII y X d.c.; ahí encontramos templos dedicados a Shiva, Brahma y Visnú.
Borobudur es un sitio espectacular, es un santuario y lugar de peregrinaje budista que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1991 y es el monumento más visitado en Indonesia. Está formado por tres edificios, alineados a lo largo de un kilómetro. El más importante y de mayor tamaño se denomina Borobudur, y los otros dos, de pequeñas dimensiones, son el Chandi Pawon y el Chandi Mendut.
Los orangutanes, una gran experiencia en Borneo
Nuestra siguiente isla a visitar fue Borneo, es la tercera isla más grande del mundo y es uno de los lugares en donde puedes observar a los orangutanes, quienes comparten el 98% de nuestro ADN. «Orang-hutan» significa en malayo «Hombre del bosque».
Para ir a ver a los orangutanes hay que ir en klotok, un barco tradicional indonesio, al Parque Nacional de Tanjung Puting, una zona selvática irrigada por los ríos Kumai y Sekonyer. Mientras navegábamos por el rio Sekonyer pudimos ver entre otros animales a los monos narigudos, una especie endémica de Borneo cuya principal característica es su nariz, abultada, carnosa y de tonos anaranjados que para esta especie es un rasgo de virilidad. Cuando los monos narigudos se excitan o se enfadan, sus narices se hinchan y tornan a colores más rojizos.
Después de algunas horas navegando por fin llegamos a Tanjung Puting. Desembarcamos en una plataforma de madera que te llevaba al interior de la selva y donde iniciabas una caminata para ir en la búsqueda de los orangutanes.
Nunca voy a olvidar a los primeros orangutanes que aparecieron en nuestro camino, era una hembra con 2 crías caminando por el bosque, mi corazón se aceleró. Eran los primeros grandes simios que veía en su hábitat natural, libres, dóciles y hermosos. Acudían al llamado de los guardas del parque quienes los invitaban imitando sonidos de orangután a comer a una plataforma de madera en donde ponen plátanos y mangos para que los orangutanes se acerquen y coman. Tu los ves venir y los observas, los admiras con su pelaje rojo.
Sigues caminando por el bosque para ir al encuentro de estos maravillosos animales, comenzaba a llover y nos encontramos con un macho orangután enorme y luego con otro y con otro, mi corazón no dejaba de latir acelerado.
El viaje en el klotok duró un par de días, durmiendo, bañándonos ahí con agua extraída del río, pescando, escuchando por la noche los ruidos de la selva y admirando la naturaleza.
Irian Jaya, las tribus y el trekking.
De Borneo volamos a Irian Jaya o Papúa Occidental. Fue un vuelo largo de más de 7 horas con escala en Sulawesi donde nos encontramos con nuestro guía Nanang. Aterrizamos en la capital, Jayapura. Después de recoger nuestro equipaje, salimos y tomamos una camioneta para llegar a la aldea en donde comenzaríamos nuestro trekking por el Valle del Baliem. En esa aldea habitaba una tribu llamada los Dani, gente amable que viven en chozas circulares de madera y techo de caña y paja en forma de cono construidas por ellos, visten con su indumentaria tradicional, los hombre cubren su pene con una koteka, hecha de calabacín seco y hueco y las mujeres con faldas hechas de cortezas de los árboles e hilos con el torso descubierto.
Antiguamente, se cortaban las falanges de los dedos para expresar su dolor por la muerte de un familiar próximo, y aunque ya no sucede en la actualidad, encontramos señoras mayores con algunos de sus dedos cortados.
Su principal dieta consiste en camote, plátano y, a veces, arroz y algunas verduras. De vez en cuando, en celebraciones y ocasiones especiales, comen carne de cerdo.
Era la primera vez que hacía trekking, estaba nerviosa porque no sabía si aguantaría el paso y con algo, más bien mucho esfuerzo, lo logré.
Nuestro trekking por el Valle del Baliem duró varios días, atravesando ríos, poblados, puentes colgantes, celebraciones, durmiendo en sencillas misiones, conviviendo con las tribus y admirando el paisaje y la naturaleza.
Bali, Lombok y el tsunami
Después de nuestra aventura de trekking volamos a Bali, nos instalamos y al día siguiente el 26 de diciembre, volamos a Lombok una isla pequeña que se encuentra cerca de Bali. Pasamos un día ahí practicando snorkel y disfrutando de la playa. El 27 volamos de regreso a Bali, el clima estaba bastante revuelto, lloviendo, nos extrañó porque en esa temporada no suele estar el clima así.
Viendo las noticias en el hotel nos enteramos del terremoto en la isla de Sumatra que provocó uno de los tsunamis más devastadores que se recuerden, dejando aproximadamente 300,000 víctimas mortales en Indonesia, Sri Lanka, India, Tailandia.
Afortunadamente en la isla Bali, no pasó nada y nosotros podemos contarlo.
Los siguientes y últimos días de nuestra aventura en Indonesia la pasamos en Bali, unos días en el interior en Ubud y los últimos días en la playa. Bali es una isla muy interesante con campos de arroz, al menos 10 templos, alojamientos de lujo donde consentirte y relajarte, buena comida, mercados, tiendas de muebles y lugares donde puedes ver danzas ceremoniales.
Nuestro gran viaje terminó en los primeros días del 2005. Lo recuerdo como un viaje lleno de emociones donde aprendí algo más de mi y de los límites que nosotros mismos nos ponemos y que está en nosotros mismos romperlos. Un viaje donde pude descubrir y admirar a los últimos ejemplares de orangután existentes en el mundo, a tribus que nos enseñaron cómo vivían y a lo que se enfrentaban día con día, ver un país donde conviven diferentes religiones y no hay problema alguno, donde comí platillos y frutas deliciosos, donde conocí gente con diferentes rasgos dependiendo la isla en la que estabas, gente amable y siempre sonriente, porque eso es distintivo de los indonesios, siempre te reciben con una gran, gran sonrisa.